JUAN
MONTALVO
Juan Montalvo nació en Ambato el 13 de
abril de 1832. Sus padres fueron Don Marcos Montalvo y Doña Josefina Fiallos. En
la misma ciudad de Ambato, la enseñanza primaria le abre las puertas para los
amplios horizontes de los libros. Asiste al Convictorio San Fernando y al
seminario San Luis en Quito, destacándose como alumno muy aprovechado y se gradúa
en Filosofía y Retórica.
En la casa de Julio Zaldumbide, cenáculo
de los hombres simpatizados a la literatura y defensores de las ideas
liberales. Entre esos numerosos asistentes, se distingue la figura de Juan
Montalvo.
Los escritos de Juan Montalvo pueden
situarse entre los panfletos, libelos: El Cosmopolita, El Regenerador, Las
Catilinarias; pero aportaba más con ensayos, se puede decir que sus maestros
fueron: Cervantes, Montaigne, Quevedo; Cervantes le proporciona la idea raigal
del fecundo contraste entre la materia y el espíritu castizo; Montaigne como
ensayista; Quevedo la sintaxis pomposa y resonante.
Además de aplicar esas características
a sus escritos, se propuso cultivar y propagar el cultivo de la casticidad del
idioma; Al trabajar por la unidad del idioma castellano imita de una buena manera
a los clásicos españoles, acudiendo a las autoridades idiomáticas, tributa un
culto especial al idioma menospreciando cualquier tipo de jerga popular; Son
librescos gracias a la prodigiosa memoria de gran lector, cita a sus autores
con sinceridad ya que no estaba de acuerdo con el plagio. Acometía contra los
males del Ecuador, la anarquía, el caudillismo militar, la ignorancia de la
muchedumbre, el despotismo, la corrupción administrativa.
Comienza propiamente su producción
literaria con el primer número de “El Cosmopolita”, alcanzando a nueve números y
esta publicación silencia definitivamente. Todos estos escritos están dirigidos
contra García Moreno ya que Montalvo estaba en contra de todo despotismo,
contra todo y todos los que se opongan a la libertad de los individuos y de los
pueblos. Pero los que mayor renombre le dieron fueron “Capítulos que se le
olvidaron a Cervantes” y “Los siete tratados”.
Juan Montalvo fue el primer autor de
nuestra lengua que realmente cultivó el ensayo; es impresionante la desproporción
entre un deslumbrante poder verbal y el opaco repertorio de ideas, apoyaba a la
libertad de expresión y religión por lo que mediante sus escritos expresaba sus
pensamientos acerca de la tiranía que vivían en esa época y las injusticias de
los gobiernos.